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Nuestra Apuesta por Integrar

NUESTRA APUESTA POR INTEGRAR

En el contexto nacional y mundial, estos últimos meses han emergido conversaciones e incluso controversias respecto a al relación hombre-mujer en el mundo y en las organizaciones. Ha aparecido la denuncia de esas situaciones de manera muy evidente y en muchos dominios de lo público, en la industria del cine por ejemplo, donde se develaron situaciones de abuso sostenidas por años, en la industria televisiva nacional también hecho ocurrido hace pocos días, sendas marchas en España y el mundo rechazando un fallo judicial por el caso de la mal llamada “Manada” y debates relacionados con la igualdad salarial en Chile (seguramente entre muchos otros) que nos hace mirar que un quiebre (o más) están manifestándose con fuerza hoy en nuestra sociedad y que hoy se dan las condiciones en la sociedad para que aparezcan de tal forma, que no podemos quedar indiferentes.

Los seres humanos somos seres relacionales y no es novedad para nadie, supongo, que la relación hombre- mujer desde el inicio de los tiempos ha tenido un devenir dinámico, momentos de la historia donde hemos estado más lejos, otros más cerca (no profundizaremos en eso en este texto), lo que creo no cabe duda es que nos necesitamos mutuamente, para algo tan básico como mantener nuestra especie, partamos por eso.

Sin embargo, ante la presencia evidente de estos quiebres que emergen en el contexto nacional y mundial, nos aparecen muchas preguntas ¿Qué desafío tenemos como sociedad frente a estas temáticas?¿Cuál es el futuro deseado que hombres y mujeres queremos construir en conjunto?¿Cómo logramos la integración femenino-masculino en nuestras organizaciones? ?¿Qué conversaciones tenemos pendientes en esta temática al interior de ellas?¿Cómo podemos aportar nosotros?

Nos ha tocado acompañar en distintas organizaciones tanto a hombres como mujeres, que cumplen un rol dentro de un sistema y muchas veces hay mucho dolor en el ejercicio del mismo, por querer jugar un papel que a veces queda muy lejano de lo que realmente son. Mujeres en cargos de alta dirección, altamente masculinizadas para ganar autoridad con sus pares, alejadas de su potencialidades femeninas, hombres en cargos de decisión, usando la autoridad para gestionar un equipo … y seguro hay muchos ejemplos más.

Se están dando y en buena hora, soluciones técnicas a este problema, en minería por ejemplo en el año 1996 se estableció la inclusión femenina en la industria mediante una reforma al Código del trabajo que eliminó la prohibición de que se desempeñaran en ésta, en el año 2014, la ministra de minería Aurora Williams, nombró a una encargada de la Unidad de Género, con el objetivo de generar acciones y planes de inclusión para ellas, y sin ir más lejos, la ley que se discute hoy de igualdad salarial en el Congreso. Todos estos son avances importantes y necesarios y sin embargo si no se aborda la parte adaptativa de este tema, muchas de estas iniciativas quedarán como buenas intenciones y no se materializarán en ninguna mejora concreta que finalmente derive en el bienestar de hombres y mujeres en las organizaciones.

Tremendo desafío adaptativo que requiere generar nuevos aprendizaje en nuestras organizaciones y sobre todo tener la voluntad de hacerlos.

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