¿Cómo conversa mi miedo con tu entusiasmo?
Podemos navegar en la incertidumbre si gestionamos nuestro mundo emocional.
Creemos que la responsabilidad emocional radica en la capacidad que tenemos como individuos, de hacernos cargo de lo que nos pasa, de lo que sentimos y dar así una respuesta efectiva en el entorno y a partir de eso, convivir con otros.
Ya lograr eso, puede ser muy desafiante!
Imaginémonos qué pasa cuando estamos inmersos en equipos, en grupos, donde podemos compartir un desafío colectivo, donde tenemos que coordinarnos para poder obtener resultados y donde además convivimos con muchos mundos emocionales diversos, que pueden interferir o facilitar la obtención de esos logros.
Ya es un desafío gestionar mi mundo emocional propio…
¿Cómo se hace para gestionar entonces la diversidad emocional?
Si miramos una organización nos podremos dar cuenta que, evidentemente, coexisten diversos mundos emocionales en paralelo. A veces podemos llegar muy contentos a los encuentros con nuestros equipos y, sin embargo, nos encontramos con que quizás otros no lo están tanto, por distintas razones y ahí es donde se pueden generar choques, separaciones y quizás algunas controversias.
Entonces
¿Dónde está el desafío?
¿El desafío está en que todos emocionemos igual?
Nosotros creemos que no.
Creemos que el desafío está en mirar cómo podemos construir entre todos, a partir de esa diversidad emocional, un estado de ánimo colectivodonde se respete y se validen las emociones de cada uno, que permita al grupo convivir y avanzar desde esa diversidad emocional hacia generar nuevas posibilidades y resultados.
Esto es lo que hemos llamado construir un ecosistema emocional, que nos invita a mirar esa diversidad emocional, no sólo para reconocerla, sino también para diseñar cómo podemos generar interacciones positivas y coordinacionesefectivas, que nos permitan dar respuestas flexibles a los desafíos del entorno, generando bienestar.
Hemos reflexionado como Escala Humana y desde nuestra experiencia, queremos compartir con ustedes algunos atributos que creemos deben tener los ecosistemas emocionales (por favor siéntase con la libertad de agregar lo que estime en esta lista):
1. Hay diversidad emocional: hay múltiples emociones coexistiendo al mismo tiempo y eso es fundamental reconocerlo y aceptarlo. Podemos estar en emociones distintas, aunque estemos en un mismo equipo o en un mismo grupo.
2. Se acepta la diferencia: tú puedes sentir diferente a mí frente a una misma situación. Hablamos del valor del respeto, donde no necesariamente tú tienes que estar sintiendo exactamente lo que a mí me pasa, aceptar que podemos sentir distinto y encontrar un valor en eso.
3. Se generan espacios de escucha sistémica: que faciliten el poner en común el la diversidad emocional que estamos compartiendo de manera segura y empática, que nos permita construir un estado de ánimo colectivo para diseñar nuevas acciones y alcanzar nuevos resultados.
4. Se valora la Vulnerabilidad: construyendo ambientes de confianza como emoción base, lo que permite estar dispuestos a admitir nuestros errores, reconocer nuestras debilidades y pedir ayuda, entre otros. Competencias claves en contextos de incertidumbre incremental.
5. Todas las emociones son válidas: no se excluye ni se juzga ninguna emoción “el miedo es malo no podemos sentirlo en este equipo” .
Como colectivo reconocemos que las emociones nos traen un mensaje que pueden beneficiarnos mucho como grupo y se gestionan a través de conversaciones de aprendizaje.
6. Se valora el mundo emocional como potencial de acción: como colectivo no pasamos tan rápido sobre lo que estamos sintiendo… si nos detenemos a mirar qué acción posible nos están regalando las emociones que estamos sintiendo como colectivo y definimos en conjunto qué acción nueva nace de esta emoción compartida, eso sin duda puede llevarnos a nuevo resultado ¿Qué acción nace de este miedo?.
7. Se considera el mundo emocional como fuente permanente de aprendizaje: no podemos dejar de aprender respecto a lo que sentimos, creemos que el aprendizaje es el corazón de la adaptabilidad que necesitan desarrollar los equipos para enfrentarse al contexto que estamos viviendo y el mundo emocional sin duda es una fuente riquísima de aprendizaje: “conversemos ahora este miedo que estamos sintiendo que aprendemos de eso, que necesitamos dejar de hacer como nos vamos a vivir este miedo que conversaciones nacen de él”.
Necesitamos construir interacciones desde nuestra diversidad emocional (¿Cómo conversa mi miedo con tu entusiasmo?), que nos permitan instalar estados de ánimo para abrir nuevas posibilidades y alcanzar nuevos resultados.
El mundo emocional compartido es una fuente de aprendizaje permanente y como líderes e integrantes de equipos necesitamos traer y relevar constantemente.
Y como consultores que acompañamos a organizaciones y equipos es un imperativo formarnos constantemente en habilidades de gestión emocional que nos permitan diseñar acompañamientos más efectivos.
Erika Salazar M.
Escala Humana Consultores
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