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Esperanza Radical



ESPERANZA RADICAL… UN ESTADO DE ÁNIMO PARA CONSTRUIR FUTURO

El inicio de un año, más específicamente el mes de marzo, mes de retorno a lo laboral, siempre para nosotros ha sido un momento de vértigo, de posibilidades, de construcción de futuro, de entusiasmo que también tiene unos toques de ansiedad y porqué no decirlo, de miedo, miedo que acompaña la incertidumbre de no tener toda la claridad que quisiéramos respecto a lo que viene, de no contar con toda la nitidez y la información necesaria que nos permita asegurar un tiempo tranquilo…solo contamos con la información base, lo que somos, lo que no somos, lo que hacemos, lo que no hacemos…y lo que sabemos que podemos lograr.

Esto podría ser casi obvio y gestionable, sin embargo estas sensaciones en medio de un mundo cada vez mas incierto, cambiante y a veces amenazante, donde las estructuras que venían sosteniendo instituciones, conversaciones y confianzas se desmoronan, donde tenemos una potente manifestación por el 8M donde se clama por cambios…, que no necesariamente se sabe que consecuencias pueden tener en la forma en como hemos venido viviendo, supone un cambio en la relación con nuestro futuro y en como nos enfrentamos a él. Pues este futuro hoy no sigue una tendencia o una deriva clara, sino está definido por un presente en una crisis, que no solamente es gatillada por las nuevas tecnologías, sino que es una crisis también profundamente humana, que tiene su origen en nuestra manera de conversar, de emocionar, de relacionarnos y de configurar nuestro mundo. No podemos seguir relacionándonos y actuando de la manera que lo hemos venido haciendo, eso es un imperativo.

El futuro que se nos viene, supone una necesidad y más bien una responsabilidad inmediata de transformar nuestra manera de ser, de cambiar la forma y con qué nos comprometemos y construir un nuevo sentido común compartido.

¿Desde qué emoción enfrentamos esto? ¿Desde qué emoción miramos el futuro? ¿Desde qué emoción construimos?

Jonathan Lear, en su libro Radical Hope nos regala este concepto – Esperanza Radical- basado en el estudio de tribus aborígenes norteamericanas (recomiendo su lectura).

La esperanza como emoción, preguntándole a varias personas, aparece como un estado de inocencia, de pasividad, de inactividad y conformismo positivo, incluso de expresión de debilidad. La esperanza muchas veces la relacionan con una incompetencia para protagonizar nuestra vida, poniendo en circunstancias externas la posibilidad de tener éxito y alcanzar un resultado esperado.

Sin embargo y a diferencia de los juicios anteriormente expuestos, el autor define la Esperanza Radical, como un nuevo estado de ánimo, diferente al pesimismo o al optimismo, que consiste en:

“Tener la capacidad de reinventar el sentido de nuestra existencia cada vez que sea necesario”

¿Poderoso verdad?

Como nos muestra Fernando Flores, la esperanza Radical “se aplica cuando los mundos en que habitábamos, desde los cuáles extraíamos nuestras posibilidades y anticipaciones, nuestras maestrias, nuestras excelencias, la fuente de nuestros orgullos, honores y reconocimientos, están en proceso de desaparecer…La Esperanza Radical supone comprometernos a navegar por un nuevo espacio de oportunidades para legar a las futuras generaciones un mundo diferente y mejor”.

La esperanza radical implica entonces el ver el momento de crisis y hundimiento de lo conocido como una posibilidad de reinventarnos y construir futuro, implica habitar un estado de ánimo que nos permita navegar los cambios profundos, de desmoronamiento de las estructuras conocidas, como una oportunidad de volver a asignar un nuevo significado y sentido a la vida, como una posibilidad de volver a nacer, con nuevos ojos y ojo… cada vez que sea necesario…

En este contexto y en nuestro quehacer como consultores organizacionales y coaches de vida, surge un potente foco que mirar para acompañar personas y grupos de personas en los distintos procesos y derivas en las que se encuentran. En el ámbito organizacional, por ejemplo, vemos que la esperanza radical está estrechamente ligada con la innovación… con el ”reinventarse”…

Y desde el ámbito individual, la Esperanza Radical surge ademas de como un estado de ánimo, como una capacidad de volver a nacer, por lo tanto de poder observarte a ti mismo desde el asombro y desde las posibilidades y desde ahí poder construir una nueva relación con el futuro.

ERIKA SALAZAR MAESTRI

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